01 Jul Elecciones americanas 1 (P. Sanchis)
Hace unos meses anuncié en un artículo que pensaba que Trump perdería las elecciones. Antes del covid y antes de la muerte de Floyd. Explicaré en otro artículo en qué me basé (la revolución solar diaria), que es un sistema rápido y que suele ser eficaz.
Pero en este artículo quisiera abordar el tema desde otra perspectiva: las sicigias solilunares. Cuando los astrólogos estudiamos un tema natal de un candidato a las elecciones, solemos apostar por el que tiene mejores determinaciones. Pero en realidad no funciona así: no gana el mejor ni el que tiene una mejor carta o mejores direcciones. Gana el que es la persona del momento (hombre o mujer). Uno puede ganar las elecciones con malas determinaciones si su país va a vivir un mal periodo. Porque país y gobernante se reflejan mutuamente.
En nuestra vida diaria, si entendemos un poco de astrología, podemos ver que el destino nos trae patrones diferentes de personas según la fase de la vida en la que estamos. Hay temporadas en las que parece que tengas un radar para atraer a todos los «sonados» del mundo. En cambio, en otros periodos solo contactas con gente espiritual; o con gente festiva, etc.
Con los países pasa lo mismo. En cada momento está el tema natal del país en una determinada fase. Cuando esté en fase de expansión, elegirá a un presidente o una presidenta expansivos; cuando esté en fase de contracción y dolor, a una persona con grandes cargas.
Si se tiene el tema natal del país, se puede mirar las elecciones desde esa perspectiva. Pero si no conocemos dicho tema natal (lo cual suele ser lo más frecuente), también podemos mirar la astrología mundial.
Las cartas de astrología mundial nos indican qué «ambientillo» se respira en esos momentos. Para saberlo, es conveniente mirar el tema de la luna nueva o luna llena que precede a la elección y estudiar sobre todo las configuraciones de los planetas lentos.
Esas configuraciones son las que marcan las emociones de la gente y, por lo tanto, el tema de la sicigia nos indicará qué emociones están en auge. Y , puesto que el voto es algo emocional, se puede mirar luego qué candidato se ajusta más a dichas emociones. Pongamos unos ejemplos:
1-Las elecciones que ganó Kennedy
La sicigia previa a las elecciones: destaca mucho el trígono de Júpiter-Urano, que es un buen aspecto para una renovación (Urano) dentro de la ley (Júpiter) y aceptada socialmente. También destaca Neptuno, por estar cerca del ascendente y tener aspectos de Saturno y Plutón.
El tema de Nixon presenta ese contacto de Neptuno-Saturno, porque los tiene en sextil.
Pero el tema de Kennedy está más en esa onda, porque tiene una conjunción de Saturno-Neptuno en X (encarna ese ideal) y también tiene un aspecto entre Júpiter y Urano. Era más el hombre del momento.
2-Las elecciones que ganó Obama: en esas elecciones el aspecto más importante es el trígono de Júpiter-Saturno. Hay también aspecto menor de Marte a Neptuno y a Urano
El tema de McCain tiene una fuerte impronta de Júpiter-Saturno, y también de Marte Urano. Era un hombre adecuado para ese momento.
El de Obama lo tiene menos a primera vista, porque la conjunción de Júpiter-Saturno no es angular, pero el trígono de Júpiter-Saturno de la sicigia afectaba a los signos donde estaban su regente natal (Saturno en Capricornio) y su regente de X (Marte en haíz en Virgo). 
3-La elección que ganó Trump: la configuración importante es el sextil de Júpiter-Saturno, pero también la cuadratura de Saturno (conjunto a Venus) con Neptuno. Domina mucho esa combinación Venus-Saturno-Júpiter que da un toque festivo (se elige al más divertido), mientras que el aspecto de Marte-Urano hace que resulte más atractivo un personaje rompedor.
El tema de Hillary no encaja con ese ambiente. Su Júpiter no contacta con Saturno y la mujer tiene demasiada rigidez con ese Saturno-Marte-Plutón. Obsérvese que en el tema de la sicigia había contacto entre Marte-Plutón, pero en XII.
En cambio el tema de Trump encajaba más: tiene precisamente una conjunción Venus-Saturno en cuadratura con Júpiter con muy buena recepción. Una cuadratura estupenda.
4-Las elecciones de 2020: la configuración dominante es la conjunción de Júpiter-Saturno-Plutón que lleva marcando todo el año, con un toque de Marte, que también estará dando guerra por allí unos meses, y otro de Neptuno en sextil con Júpiter. Y está el Sol opuesto a Urano.
Es una configuración triste y tensa. La gente no estará para reírse con bromas y payasadas. Hay tensión radical (Sol-Urano), pero la gente desea paz y tranquilidad (Venus angular)
Volvamos al tema de Trump: Tiene en la X al Sol-Urano, así que encarna perfectamente esa parte de tensión radical (Sol opuesto a Urano en la C.U).
Pasemos al tema de Biden: Tiene también el aspecto de Sol-Urano. Pero me parece que destaca más su Neptuno en X que recibe aspectos de Plutón, Júpiter, Saturno y Urano, y Venus.
Por otro lado, ese Saturno en VII reflejando sobre la I le dará la imagen de seriedad necesaria para inspirar confianza, y su Sol con Venus en trígono a Júpiter puede hacer de él un hombre percibido como «tranquilizante».
Se producirá, un mes después, la conjunción de Júpiter-Saturno en Acuario que hará un gran trígono a su Neptuno en X y su Urano en VII.
Pero es que todos los planetas implicados en la C.U afectan a a su ascendente natal (aspecto a Neptuno, Plutón, Saturno y Urano) o a su Sol (aspecto de Neptuno Júpiter, Urano y Venus)
Por ahora pues, me parece más indicado el tema de Biden para momentos de zozobra como los actuales. Tiene más visos de inspirar confianza a un pueblo entristecido y que necesitará que lo reconforten, que le den algo de paz. Obviamente, estamos hablando de la sensación del momento de las elecciones, porque el tema de la investidura de 2021 es de los más violentos de la historia de los EE.UU, así que paz, lo que se dice paz, poca habrá.
Veremos en otro artículo sobre la RSD cómo es muy posible que ese día 20 de enero de 2021 Trump monte algún numerito.
Canals, a 1 de julio de 2020
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