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La casa VII y los «otros» (P. Sanchis)

La casa VII y los «otros» (P. Sanchis)

Cuando leemos libros de astrología, nos encontramos a menudo con la explicación de que la casa VII es la pareja, los socios y los juicios. Vaya mezcladillo, ¿no?  Pareja y juicios.  Acojona.

Luego vienen las consabidas discusiones: ¿Es tu pareja sólo si estás casado legalmente? ¿Si no hay papel legal es tu V (novio) o tu VII? Etc. Hay quien se empeña en que otro no es tu VII si no habéis pasado por el juzgado o la iglesia.  Y yo siempre me pregunto qué hacían los seres humanos en la Prehistoria, cuando no había juzgados. ¿No tenían pareja?

Bueno, pues siento desilusionar a muchos, pero la casa VII es -casi, casi- una plaza pública.  Allí hay mucha, muchísima, gente.  Esto lo aprendes por poco que hagas algo de astrología horaria: los «otros» casi siempre están en tu VII. No de balde es la casa de la Luna por orden caldeo.  Es la casa de la «gente» con la que te relacionas.

¿Cómo diferenciar a la «gente» de tus parejas?  Es un tema complicado y que no se puede desarrollar en un simple artículo.  Digamos que cada uno de nosotros tiene un «patrón de relaciones», una tendencia a contactar con tal o cual tipo de gente.  Y si tú perteneces a su «patrón de relaciones», seguiréis andando juntos un día, un año o una vida entera.  Parafraseando a Montaigne hablando de su amigo, porque él es él y tú eres tú.  Las primarias y los Señores del Tiempo (combinados con tránsitos y otros) te dirán luego cuándo se puede producir la conexión.

Pero en ese andar por la vida, hay mucha gente que entra en nuestra casa VII a lo largo de los años. No como parejas, sino como «compañeros de vida».  Gente con la que, a lo mejor, quedas a menudo durante un año o dos para tomar un café, y, luego, sin saber cómo ni por qué, ya no quedáis.  A veces piensas: «¡Ostras!, No sé nada de fulanito o menganita. ¿Qué habrá sido de esta persona?».

¿Cómo se explica esto? Por los tránsitos por la casa VII.  Hay gente en tu vida que viene para quedarse, porque están en la misma «onda» que tú (para bien o para mal, porque si te gustan las personas que te complican la vida, jamás te faltarán). Pero hay mucha gente que «pasa» por allí durante una temporada más o menos larga.

Cuando Urano transite por tu casa VII, te encontrarás con personas originales en el mejor de los casos. Radicales en otros casos.  Y medio zumbados en los peores.

Cuando pasa Neptuno por tu VII, te tropezarás con encantadores de serpientes absolutamente adorables.  Que acabarán decepcionándote la mayoría de las veces, cuando recuperes el sentido de la realidad.

Si Plutón transita por la VII, paciencia. Todo se acaba. Aunque serán años duros. Por si acaso, aprende un truco importante: cuando empiecen a decir: «Es que eres…», nunca va a ser algo bueno. Así que cuanto más pronto te levantes y te marches, mejor. El psicodrama, que lo hagan con su madre o su padre, que para eso los engendraron.  Si no te pagan para hacerles de psiquiatra, ni un minuto.

Cuando pasa Saturno, paciencia también. Serán pesados, muy pesados, y sentirás esas «amistades» como unos grilletes atados a tus tobillos. En el mejor de los casos, serán personas serias y eruditas. En el peor, unos criticones y censores de narices. Y si por un casual la última conjunción de Marte-Saturno se ha producido en tu VII, compra el boli rojo para borrar su dirección de teléfono cuando se terminen esos dos años. Acabarás los dos años arrancando hojas del calendario a ver si el tiempo pasa más rápido.

Y si es Júpiter el que pasa por tu VII, aprovéchalo: sólo durará un año. Te relacionarás con sanguíneos «bon vivant» que te alegrarán la vida.

¿Todos pasarán y ninguno se quedará? Depende de ti y de cómo seas. Me sé de alguien que se casó con Urano-Júpiter sobre la cúspide de VII por tránsitos, pero ambos eran sus significadores de matrimonio.  Si tienes un concepto de las relaciones… divertido, nunca te aburrirás. Y es que necesitas a gente así, diferente y especial.  Pero si Urano no va en tu forma de ser, esas personas no se quedarán contigo ni tú con ellas.

Lo mismo pasa con Plutón o cualquier otro tipo de tránsito: si son alguno de tus significadores de VII en el tema radical, tenderán a asentarse allí. Pero si no lo son, verás cómo desaparecen cuando el planeta sale de la casa. Ya no tenéis nada en común.

Por lo tanto, es un ejercicio divertido repasar tu vida y ver con qué tipo de gente te has juntado a lo largo de los años. Y no olvides que los que se quedaron dicen mucho más acerca de ti que los que se fueron…

Canals, a 15 de diciembre de 2017

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