Las conjunciones de Júpiter-Saturno en Tierra (P. Sanchis)

La Atenas de los siglos VII y VI a.C. fue un hervidero social.  Grecia es un país árido, y la única zona de Atenas fértil era la llanura del Pedion.  Los campesinos que habitaban allí prosperaron, mientras que los que vivían en la pedregosa Diacria sobrevivían a duras penas.  Esos campesinos del Pedion fueron enriqueciéndose y adquiriendo más tierras, con lo cual acabaron formando una aristocracia agraria: los eupátridas.

Dichos eupátridas detentaban todo el poder: político, social, religioso, legal y económico.  El resto de la población era:

• Los campesinos pobres o relativamente acomodados de la Diacria.
• Los campesinos más pobres aún y sin bienes que arrendaban tierras a los eupátridas.  El elevado coste de los arriendos y los préstamos eran penosas cargas para ellos, pues se les podía vender como esclavos (ellos y sus familias) si no pagaban.
• Los artesanos (demiurgos) y dueños de talleres
• Los comerciantes y gente del mar (marineros, estibadores, armadores).

Esos dos siglos (VII y VI a.C.) vieron la lucha entre los campesinos ricos convertidos en aristocracia (pedieos) y los campesinos pobres privados de todos los derechos (diacrios).  Hubo episodios diversos en ese enfrentamiento: legisladores que pusieron las leyes por escrito para evitar los abusos de los eupátridas (Dracón), gobernantes que intentaron lograr la paz social con medidas más justas (Solón) y dictadores revolucionarios aupados por el pueblo que repartieron tierras y gobernaron a favor de los pobres, con préstamos estatales (Pisístrato).

Poco a poco, ese enfrentamiento entre campesinos pobres (diacrios) y ricos (pedieos) se fue diluyendo, y, cuando ya se había logrado la igualdad legal y política, se encontraron con que un nuevo grupo había tomado el relevo: los paralios (gente de mar y comerciantes), liderados por la familia de los Alcmeónidas, a la que pertenecía Pericles. Empezaba otra era.

Esto que acabo de contar ilustra perfectamente dos ciclos astrológicos de Júpiter-Saturno:

El ciclo de Tierra: es el del enfrentamiento entre campesinos pobres y ricos.  La posesión de la tierra es el eje del conflicto y por eso se resolverá con distribuciones gratuitas de tierra.  La sociedad se divide entre propietarios y no-propietarios.

El ciclo de Aire: los paralios eran gente de mar y comerciantes.  Su fortuna no venía de la posesión de la tierra, sino del intercambio.  El poder pasó a sus manos a finales del ciclo de Tierra, se confirmó en la avanzadilla de Aire (entre el 463 y el 443 a.C.) y, a pesar de la recaída en Tierra (entre el 443 y el 403 a.C.), siguió creciendo hasta entrar en el nuevo ciclo.

Desde entonces hasta ahora ha habido otros tres ciclos de Tierra:

•  Entre el 154 y el 432 d.C.  No obstante, ese ciclo estuvo muy mezclado, pues fue alternándose con fases de Fuego (3) y de Aire (3 también).  Las características de Tierra fueron por lo tanto menos evidentes.
• Entre el año 1008 y el 1226.  Fue la época del feudalismo y de las Cruzadas.  Curiosamente, fue al final de  ese ciclo cuando nació la burguesía.  Dice la wikipedia: “Frente al mundo medieval de los tres órdenes, basado en una economía agraria y firmemente ligada a la posesión de la tierra, emerge un mundo de ciudades basado en una economía comercial. Los centros de poder se desplazan hacia los nuevos burgos.”
• El actual, que empezó en 1802 y que acabará en 2020, pero que ha tenido también un intervalo precursor de Aire: el ciclo de Libra (entre 1981 y 2000).

El ciclo actual se parece mucho más al de la Grecia antigua:

Como se ve, los ciclos nunca son puros, sino que hay recaídas en el elemento anterior a Tierra (Fuego) y, al final, tenemos avanzadillas del elemento siguiente (Aire).  Las recaídas suponen un retroceso, porque pertenecen a un sistema ya agotado.  Las avanzadillas anuncian lo que vendrá.  Si, como ocurre en ambos ciclos, hay una avanzadilla, es posible que la instauración del nuevo sistema se adelante algo, pues el terreno ya está preparado.  O que haya un periodo mixto entre ambas tendencias.

Si comparamos ambos ciclos, vemos curiosas similitudes:

• Ambos tuvieron una avanzadilla de Aire (Libra en los dos casos).
• La recaída en Tierra fue un regreso del conservadurismo.  Pericles consiguió lidiar con él (si bien muchos intelectuales sufrieron las consecuencias), pero a nosotros nos tocó Bush y sus neocons.
• Pisístrato fue el gobernante más revolucionario, el más cercano al comunismo actual y gobernó en un ciclo Tauro.  Marx era Tauro.

Comunismo y capitalismo son la antítesis el uno del otro.  Pero precisamente por eso son lo mismo.  La cuestión ideológica no gira en torno a la religión o los derechos políticos, como en otras épocas, sino en torno a la posesión.  O la propiedad es individual (capitalismo) o comunitaria (comunismo).  Lo que caracteriza el sistema no es la posibilidad de votar o no (ha habido dictaduras oligárquicas y dictaduras comunistas), sino de quién es la propiedad.

Para un griego, había tres sistemas de gobierno:

• Monarquía: cuando mandaba uno solo.  Stricto sensu, el gobierno de Mao o de Fidel Castro serían monarquías, del mismo modo que lo fueron los de Felipe II o los de un emperador romano.  No cuenta el nombre que se da al sistema, sino el hecho de que el poder supremo, la decisión última, sea ejercido por una sola persona que tiene un poder vitalicio.
• Oligarquía: cuando gobierna un grupo de personas o aristocracia.  Eso es lo que son las democracias actuales, ya que los partidos políticos hacen el papel de clase gobernante.  Es cierto que el pueblo puede votar cada 4 años, pero vota unos programas que no se cumplen y a unos representantes en una lista cerrada que el pueblo no ha elaborado. La selección se ha hecho antes, dentro de esa aristocracia y para eso no nos consultan.
• La democracia: cuando votan todos todas las propuestas.  Democracia real y auténtica, sólo ha habido en la antigua Atenas, porque la verdadera democracia es asamblearia y cada hombre puede opinar.

Por eso digo que lo que diferencia realmente los sistemas políticos del siglo XX y XXI, no es el nombre que se da al régimen político, sino la gestión que se hace de los BIENES.

Si nos damos cuenta, Pisístrato y su reparto de tierras a los campesinos pobres o sus préstamos estatales a los agricultores, es un antecedente del comunismo o de la social-democracia.

En cambio, cuando se pasa al ciclo de Aire, la propiedad ya no tiene tanta importancia, pues los nuevos ricos, los que van ganando poder, son los que “mueven” las cosas, los que intercambian.  Paralios en Grecia, burguesía comercial en el medioevo, dueños de las grandes corporaciones informáticas en la actualidad, todos tienen algo en común: van conquistando el poder no gracias a sus propiedades agrarias o por la producción de bienes de consumo, sino por su dominio del comercio o intercambio de algún tipo.  En el nuevo ciclo que empezará en el 2020, los señores del mundo serán los que controlen cosas como la información, las ideas, los intercambios, etc.

Por eso el capitalismo y el comunismo son ideologías propias de un ciclo de Tierra, pero van a sufrir una profunda transformación en el nuevo ciclo de Aire.  No va a desaparecer nunca la propiedad privada (eso sería comunismo, y el comunismo tampoco podrá sobrevivir), pero se redistribuirá el dinero de otra manera.

Si miramos los ciclos anteriores, vemos que unos ricos son sustituidos por otros, pero siempre hay ricos y pobres.  La diferencia es que el dinero les viene a unos por sus propiedades (Tierra) y a otros por cambiar de sitio esas propiedades (Aire).  En la época actual, estamos observando cómo se puede llegar a ser el hombre más rico del mundo por una idea (Bill Gates) o cómo las grandes superficies comerciales imponen su ley a los productores (marcas blancas versus marcas propias.  En las segundas manda el productor, en las primeras el vendedor).

¿Cómo va a ser esta nueva sociedad?  Creo que ya lo estamos viendo, pues esto ya ha empezado gracias a la avanzadilla de Aire (y no es casualidad que durante esa avanzadilla cayera el muro de Berlín):

•  Menos consumismo, lo cual significará que habrá menos producción de bienes de consumo, pero más movimiento de esos bienes.
• Las grandes fortunas serán de los que dominen el comercio y la información.  Los productores estarán sometidos a los distribuidores.
• La banca será más social.  Irá ganando terreno la banca cívica.  Y, posiblemente, haya más banca pública.
• Habrá más grupos sociales fuera de los partidos políticos que lideren corrientes ideológicas y económicas más liberales y más innovadoras en el terreno económico.
• Aumentarán las tendencias asociativas y esas sociedades serán grupos de poder.
• Habrá más cooperativismo en proyectos de innovación.
• Habrá una recuperación de la intelectualidad.  Las dos academias platónicas pertenecen al periodo de Aire que siguió a la fase de Tierra de la que hemos hablado.  El hombre se interesará más por cultivar su mente.  No le interesará trabajar 12 horas al día para comprarse más cosas.
• El ser humano será también más ideológico que ahora y mucho menos materialista.
• Las religiones serán más espirituales, pero habrá al mismo tiempo una secularización de la sociedad.  No es una contradicción: el clero es una institución política represora  y, en la medida en que sea sentido como tal, se restringirá su poder.  El ciclo de Aire del final de la Edad media fue el que vio la destrucción de la Orden del Templo.  Fue una gran injusticia a nivel humano (y una gran crueldad), pero ese hecho marca el fin del poder papal sobre las monarquías y, por ende, de la teocracia.Pero el hombre no se vuelve ateo: lo que no quiere es imposiciones obsoletas.
• Cambiará el modelo de la física.  En estos dos siglos últimos se creía que todo era materia y que el universo era algo inerte.  Se pasará a un modelo de física en el que se pensará que todo es mente y que está interelacionado.
• El eje del poder pasará al sector este de cada continente y a nivel mundial (eso pasa en todos los ciclos de Aire): en América, Brasil; en Europa, Rusia; en Oriente Próximo, Irán; en Asia, China.

Esto son las líneas generales y se puede hacer bien o mal.  El problema es que el nuevo ciclo empieza con una conjunción en Acuario muy violenta (conjunta a Plutón y cuadrada a Urano) y después de un cambio tecnológico (Urano ya ha pasado por Aries).

¿Por qué digo pues que es el final del capitalismo tal como lo conocemos?  Porque esa conjunción es revolucionaria y tiene lugar en un signo muy drástico, como es el de Acuario.  Y Acuario no se aviene a medias tintas.

Pero esto lo desarrollaré en otro artículo.