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¿Zodiaco sideral o tropical? (P. Sanchis)

¿Zodiaco sideral o tropical? (P. Sanchis)

Este es un artículo de Bedaweb de febrero de 2014, pero pensamos que es un tema que siempre está de actualidad

¿Zodiaco sideral o tropical? Es una pregunta que me han hecho varios astrólogos últimamente y siempre contesto lo mismo: zodiaco tropical en astrología occidental y sideral en astrología védica.  Los dos son verdaderos y eficaces.  Y allí es cuando la gente se «raya» y se pregunta: ¿Cómo pueden ser verdad al mismo tiempo dos cosas distintas y contradictorias?  Pues sí, pero es que no son en absoluto contradictorias, aunque lo parezcan.  Pero vamos por partes:

1-¿Qué es el zodiaco?

Dice la Wikipedia: 

En astronomía el zodiaco o zodíaco (del griego «zoon-diakos» que significa rueda de los animales) es una banda que circunda la esfera celeste comprendiendo a la eclíptica y que es suficientemente ancha para contener al Sol. Comprende 13-14 constelaciones.

En astrología el zodiaco está basado en la división en doce partes iguales de la banda celeste sobre la cual trazan sus trayectorias el Sol, la Luna y los planetas, avanzando un sector por cada mes del año. Cada sector contiene la constelación tradicional a la que debe su nombre. Los babilonios y griegos dividieron esta banda en doce partes iguales, siendo cada una de ellas un sector del cielo de una extensión de treinta grados de arco, bautizadas con el nombre de las doce constelaciones más destacadas que veían en cada una de las subdivisiones. El zodiaco posee una importancia fundamental en la astrología occidental. Otras culturas con tradición astrológica como la china otorgan también una importancia especial a esta región del cielo, aunque definen un zodiaco diferente.»

Otra definiciónhttp://www.teinteresasaber.com/2013/05/los-origenes-y-las-12-constelaciones.html

La civilización sumeria (Mesopotamia) desarrolló las matemáticas utilizando un sistema de contar que tenía como base el número 60, a partir del cual nació el concepto de 360 grados para una circunferencia (60 x 60) y el sistema temporal actual. También ellos dividieron el día (media circunferencia) en «12 pasos» solares, que luego se convertirían en las 12 horas del día y las 12 horas de la noche.

Ellos creían que las estrellas estaban fijas a la esfera situada más allá de Saturno, de ahí que llamasen «estrellas fijas» a las estrellas y «estrellas errantes» a los planetas. Fueron los primeros en definir las 12 constelaciones del zodiaco, que transitaban en 12 periodos que sumados conformaban un año solar. De ahí que el año fuera dividido en 12 meses y en cuatro estaciones de tres meses cada una. (…)

La palabra zodíaco proviene del griego zodiakos (círculo de animales) y con él se dividía el firmamento en doce partes que incluían cada uno de los signos zodiacales y las demás constelaciones, a las que se les asignaba nombres mitológicos principalmente. La eclíptica, o movimiento aparente que hace el sol alrededor de la Tierra, está dividida convencionalmente en doce tramos donde están situadas las 12 constelaciones que constituyen el Zodíaco, de forma que cada mes el sol recorre uno de los signos del Zodíaco, precisamente aquel que no vemos durante la noche.

O sea, en resumen:

La banda zodiacal es la franja que rodea la eclíptica (camino aparente del Sol a lo largo del año), más o menos unos 8 grados y pico arriba y abajo (por eso es una banda) y que se divide en 12 por analogía con el año solar.  En efecto, en un año solar hay 12 meses sinódicos enteros, más un pico.  De allí que el número 12 se considere simbólico de la unión de ambos luminares (Sol y Luna), que son los que permiten la vida sobre la Tierra, pues ambos son los símbolos del calor (Sol) y de la humedad (Luna) presente en el aire y el agua.

2-Aclarando

¿Hay 12 signos porque hay 12 constelaciones?  Pues no.  De hecho, hay más de 12 constelaciones.  Y si hubiese 5 ó 6, también habría 12 signos.  No existen en el cielo 12 constelaciones igualitas pegadas la una a la otra de tal forma que en el grado 29.59 estés en Aries y cinco minutos después en Tauro.

Las constelaciones del zodiaco son sólo una referencia visual.  En realidad, nos importan un comino.

¿La naturaleza de los signos del zodiaco viene de esas constelaciones?  ¿Hay algún rayo invisible que salga de esas constelaciones y que te haga Piscis o Aries?  Un amigo mío es Piscis porque nació a las 19 horas.  ¿Si hubiera nacido 3 horas y 20 más tarde le habría pillado el «rayo» de Aries?  Pues no, no hay ningún rayo.  Nada de nada de nada de nada.

¿De dónde vienen entonces las características de los signos del zodiaco?  De la relación.  Sugiero leer este artículo de la Vanguardia

«Las relaciones entre hermanos suelen ser las más largas de nuestras vidas, y de las más importantes, porque forjan las directrices de la personalidad de cada uno. De hecho, los estudios psicológicos certifican que el orden de nacimiento es una variable psicológica importante: no es lo mismo ser hijo único que ser el mayor, el mediano o el pequeño. Es más, en algunos casos, aun habiendo crecido en una misma familia, se desarrollan caracteres tan diferentes que no es extraño pensar que no parecen hermanos. El orden, en este caso, sí importa, pues favorece que individuos que comparten los mismos padres vivan distintas experiencias.

“Dime en qué orden has nacido, y te diré quién eres”, defiende la teoría de Frank J. Sulloway, psicólogo y miembro del Instituto de Investigación Social y de la Personalidad de la Universidad de California, en Berkeley (EE.UU.). »

Se puede decir que esto depende de la actitud de los padres, y sería cierto en este caso, pero existe posiblemente también una relación «por posicionamiento». No recuerdo si era Asimov o Arthur Clarke el que decía en uno de sus libros que el número ideal de tripulantes para un largo viaje espacial era de 3.  Uno solo acababa suicidándose.  Dos se mataban entre ellos.  A partir de 4, había una guerra.  En cambio, si eran 3, siempre habría dos confabulando juntos contra el tercero, pero, como las alianzas iban variando, se entretendrían lo suficiente para llegar vivos a la meta.

Tal vez hayan observado que cuando llega un nuevo amigo a un grupo ya formado, todas las relaciones cambian.  Y no es sólo por el hecho de integrar otra personalidad, sino porque se establecen nuevos parámetros numéricos.  Si hay dos amigos, tendrán complicidad entre ellos.  Si se introduce una tercera persona, dos competirán por el afecto del tercero o, al contrario, se confabularán contra él.  Si llegamos a 4, habrá dos bandos etc.

Decía Macrobio en su «Comentario al Sueño de Escipión»: «Cuando nuestro pensamiento trasciende de nuestro plano al de los Dioses, la primera abstracción perfecta se le presenta en números.»  Sigue diciendo: «El tratado (el Timeo), al profundizar, ha descubierto que también los números precedieron al alma del mundo, pues el relato augusto de Timeo, testigo y confidente de la naturaleza misma, reveló que el alma del mundo fue entretejida con números.  He aquí por qué los sabios no han dudado en proclamar que el alma es un número en movimiento» etc.

Explicaba hace poco, en un artículo sobre los planetas transaturninos, que las características de los planetas no vienen de ellos mismos, sino de sus parecidos o diferencias con el Sol y de su posición como planeta interior (empatía) o exterior (acción).  Y, dentro de cada tríada (la interior y la exterior), el más cercano a la Tierra era el que tenía la cualidad elemental pertinente en grado sumo, el más alejado negaba ambas cualidades, y el del medio era el del equilibrio. O sea: los dos extremos y el equilibrio en el medio.

Es decir: el orden númerico es significativo y entraña unas relaciones con todo el conjunto.  El primero siempre tendrá unas características, el tercero otras, el del medio otras etc.  Si lo miramos así, veremos que las características de los signos vienen de:

-La dualidad masculina-femenina, que no es más que la dualidad universal que hay en todas las cosas (frío-calor, luz-oscuridad, blanco-negro etc.)

-La división en 3: entre dos extremos siempre hay un punto de equilibrio.

-La división en 4: el 4 es el número que resuelve definitivamente la dualidad, pues entre cada pares de opuestos hay un punto intermedio que permite regresar al punto de origen.

-Los planetas regentes de esos signos.  La regencia de los planetas también es una cuestión de orden.  Mercurio rige Géminis y Virgo porque son los primeros signos a la vera de los luminares. Venus rige Tauro y Libra por ser los segundos signos etc.

Por lo tanto, si uno mira bien, llegará a la conclusión de que las características de los signos vienen de las relaciones numéricas que guardan con el conjunto.  Si Libra es como es, es porque es un signo masculino (dualidad o relación del 2), cardinal (relación del 3), de Aire (relación del 4) y domicilio de Venus (segundo signo contando desde el signo del Sol).

Y esto nos plantea la idea de que, en cualquier sistema compuesto de 12 partes (sean los signos u otras cosas), la séptima parte tendrá siempre unas características parecidas, o la segunda, o la octava etc.  Igual que los hermanos mayores se parecen entre ellos, o los menores, o los del medio.  No es sólo una cuestión de psicología: es una cuestión de armonía entre las partes de un conjunto.

Si esto es así, empiece donde empiece esa serie de 12, se creará automáticamente entre todas las partes una relación numérica significativa.

¿No hay pues nada físico en ello?

Personalmente, pienso que el zodiaco tropical tiene además asociado a él un biorritmo terrestre relacionado con los puntos astronómicos y las estaciones.  Esto se veía en el hemisferio norte porque allí coincidían ambos, y por eso la astrología se inventó en el hemisferio norte.  No es una relación de causa y efecto, sino la misma relación que existe entre el reloj de la estación y el tren: el reloj no hace venir al tren, pero como ambos están sincronizados sobre la variante «tiempo», el reloj te puede servir para saber cuándo llegará el tren.  Pero si se estropeara el reloj, el tren llegaría a la hora que le tocaba, no a la que marcaba el reloj.

¿Se pueden pues intercambiar ambos zodiacos?

Yo creo que no, porque, a pesar de los puntos comunes, cada astrología ha perfeccionado pautas de interpretación basadas en tal o cual punto de inicio.  Algunas de las características de los signos zodiacales de la astrología occidental van relacionadas con el biorritmo terrestre de las estaciones y, por ello, no son trasplantables al zodiaco sideral de la astrología védica, que es puramente simbólico.  De hecho, las descripciones psicológicas de los signos son más cosa de la astrología occidental que de la védica, que habla de más de hechos y resultados numéricos.

Así pues, dejemos las cosas como están: zodiaco sideral en astrología védica y tropical en la occidental.

Canals a 24 de febrero de 2014

 

 

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